Mecanismos
de adaptación en los animales
La diurnalidad hace referencia a aquel animal que está
activo durante el día y descansa durante la noche. Los animales
que no son diurnos pueden ser nocturnos o crepusculares , o incluso combinar la diurnalidad
con la nocturnidad. Muchos grupos de animales incluyen especies diurnas al
igual que nocturnas. Es el caso de los mamíferos, insectos, aves, etc.
Algunos animales principalmente nocturnos o crepusculares se han
domesticado como mascotas y se han convertido en animales diurnos que coinciden
con el ciclo vital humano. Ejemplos de esto son perros y gatos, que están
derivados del lobo y el gato montés euroasiático. Sin embargo, estos animales pueden
exhibir el comportamiento original de su especie cuando nacen.
Muchas plantas también son diurnas o nocturnas, según la hora en que son
polinizadas en forma más efectiva, es decir la hora en que son visitadas por
los polinizadores más eficientes. Por ejemplo la mayoría de
las flores son visitadas por muchos insectos y adaptan su fenología a los que son más eficaces para asegurar su reproducción. Las flores
diurnas se abren durante el día, son en general de colores brillantes y
producen mayores cantidades de néctar y de perfume a estas horas
La nocturnidad se refiere al ciclo de comportamiento, en que el
animal es más activo durante la noche que durante el día. También se aplica a
otros organismos, como a plantas que florecen de noche. Es lo opuesto a diurnalidad. Los seres humanos y la mayoría de los animales con los que estamos más
familiarizados son diurnos. Es una adaptación para evitar a los depredadores o
para poder depredar cuando las presas son más vulnerables Hay otras razones de
nocturnalidad, como evitar el calor del día, especialmente en los desiertos
donde la actividad nocturna reduce la posible deshidratación sufrida durante
las horas más cálidas y secas.
Muchas especies que son normalmente diurnas presentan comportamientos
nocturnos bajo ciertas circunstancias; por ejemplo muchas aves marinas y
tortugas marinas visitan los sitios de reproducción por la noche para evitar
depredación, pero el resto de sus vidas son diurnas.
Los animales nocturnos en general tienen muy desarrollados los sentidos del
oído y del olfato y tienen la visión adaptada a la oscuridad. Algunos animales como
los gatos tienen los ojos adaptados a los niveles de iluminación tanto diurnos
como nocturnos. Otros, en cambio, como los murciélagos pueden funcionar sólo de
noche.
Hay plantas nocturnas o de flores nocturnas, es decir que florecen por la noche y están especializadas a los polinizadores nocturnos. Las flores nocturnas se abren predominantemente por la noche y producen mayores cantidades de néctar y de perfume a estas horas. En vez de colores brillantes suelen ser blancas o crema, colores más visibles en la semioscuridad y suelen tener una fuerte fragancia. Generalmente son polinizadas por murciélagos o por mariposas nocturnas como muchas de las familias Noctuidae y Sphingidae. Entre las plantas nocturnas se cuentan muchos cactos, como los Selenicereus algunas orquídeas, solanáceas como las del género Datura.
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